El juguete de Isabel II (II): historia de un desacierto insigne

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               Un aspecto clave del control político sobre Isabel II fue la cuestión de su matrimonio. Este problema se planteó desde muy temprano, por lo que sabemos desde que tuvo apenas diez años.

                La historia de los candidatos y del elegido final fue un episodio tragicómico que demostró, al menos, dos cosas. Por un lado, lo poco que pintaba España entre las potencias europeas y sus intereses. Por otro, lo poco que importaban los sentimientos de Isabel. Como dijo un historiador de la época (Andrés Borrego), la historia del matrimonio de Isabel fue un “desacierto insigne”. Un desacierto que pagaría el pueblo español.

                 El asunto del matrimonio cobró intensidad en cuanto Isabel fue convertida en reina. A partir de entonces se sucedieron varios candidatos, cada uno de los cuales tuvo sus partidarios y sus detractores. Al final, el “premio” se lo llevó el candidato que menos agradaba a la protagonista principal. Según un rumor difícil de confirmar, se dice que, cuando la reina supo quien era ele elegido, exclamó horrorizada: ¡ ………. No!, ¡Con ………..no! Pero muy a su pesar, fue que sí.

               En relación al juego de candidatos, aclarad lo siguiente:

               Candidatura 1

               ¿Quién fue el primer candidato preferido por María Cristina y el partido moderado? ¿Quién lo vetó y por qué?

               Candidatura 2

  Fracasado el primer candidato de la lista, ¿cuál fue el candidato que provocó el mutuo respaldo de María Cristina y Espartero? ¿Qué “virtudes” fueron muy alabadas de este candidato? ¿Quién lo vetó y por qué?

              Candidatura 3

Como María Cristina no pudo imponer sus candidatos preferidos, pensó entonces en un candidato que pudiera ser “un marido manejable” (manejable por ella, por supuesto). Sin embargo, salvo algún personaje aislado, este candidato encontró el rechazo de todas  las familias liberales. ¿Quién fue  ese candidato? ¿Por qué le rechazaron todos los liberales, tanto moderados como progresistas?

Candidatura 4

A la vista del fracaso sucesivo de opciones, se retomó una posibilidad de la que se había hablado cuando María Cristina todavía era regente. En este caso, el candidato fue respaldado por un importante intelectual, pero se encontró con el mismo rechazo casi unánime del anterior. ¿Quién fue? ¿Por qué tuvo el rechazo casi unánime de los liberales?

Candidatura 5

Rechazado un candidato tras otro, al final el círculo se estrechó en torno a dos personas. Naturalmente, hubo alguien que se alegró mucho de ello. Sin embargo, cuando todavía no estaba claro con cuál de los dos se casaría Isabel, el más atractivo ymás respaldado de los dos echó a perder su candidatura. ¿Quiénes fueron los dos últimos candidatos y qué parentesco tenían con Isabel? ¿Quién fue la persona que más se alegró de este desenlace? ¿Qué hizo uno de ellos para que se le vetara como candidato y quién le vetó?

Candidatura agraciada

Y así fue como la salida del laberinto condujo a una sola puerta. El hombre que esperaba tras la puerta ya había hecho todo lo posible para que la abriera Isabel y «cayese en sus brazos». Por lo tanto, cuando Isabel aceptó el compromiso se puso muy contento. Pero no fue el caso de Isabel. Como mucha gente notable en España, Isabel pensaba que aquel hombre era muy intranquilizador. Uno de los principales motivos para intranquilizarse era político; otro era físico y podía guardar relación con una supuesta enfermedad. Este segundo motivo fue recogido en una coplilla popular. ¿Cuáles eran los motivos políticos y físicos de la intranquilidad? ¿Cuáles de ellos inquietaban a Isabel? ¿Cuál fue la coplilla popular que aludía a la supuesta enfermedad del candidato? ¿Cómo le llamó la reina al exclamar (supuestamente): ¡con ese no!?

             Coda final

             De creer a un embajador francés (Bresson), en 1846 María Cristina dio muestras de desesperación por el sucesivo fracaso de los candidatos que ella apoyaba. En ese estado le entró la prisa y expresó su alarma por los «instintos aninales» de su hija, asegurando que podría ocurrir cualquier desgracia si no se casaba pronto. A la vista de lo que ocurriría después del matrimonio, ¿tenía María Cristina una imagen realista de su hija? ¿Consiguió conjurar las desgracias que se temía? 

11 responses to “El juguete de Isabel II (II): historia de un desacierto insigne”

  1. Marta Aumente says :

    La Candidatura agraciada

    Francisco de Asís de Borbón fue el candidato que consiguió convertirse en marido de Isabel II

    Todo el mundo decía que era homosexual. La gente cantaba: “Paco Natillas es de pasta flora y se mea en cuclillas como una señora”.

    Cuando a Isabel le comentaron que él iba a ser su futuro marido, se dice que exclamó: “¡No, no, con Paquito no!”

    Fuentes:
    http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_As%C3%ADs_de_Borb%C3%B3n

    LOS BORBONES Y EL SEXO

    • Antonio says :

      Hola Marta:

      Bien, pero aún faltan otros datos que se piden en la pregunta (la he modificado un poco para aclararla mejor):
      – El motivo político por el que Francisco creaba intranquilidad
      – La supuesta enfermedad que se refleja en la copla (la homosexualidad no puede o no debe considerarse una enfermedad)

      También conviene aclarar, en esta cuestión o la anterior, cuál era el parentesco de Francisco de Asís con Isabel y quién se alegró más de que fuera el elegido.

      • Fabián García Gómez, 2º D says :

        MÁS SOBRE EL CANDIDATO AGRACIADO

        Como ya ha informado Marta, cuando a Isabel le comentaron que Fernando de Asís iba a ser su futuro marido, se dice que exclamó: «¡Paquita no! ¡Paquita nunca!, ¡Antes de casarme con Paquita, abdicaré!», aunque otras fuentes apuntan que dijo: «¡No, no, con Paquito no!»

        En cuanto a la supuesta enfermedad que inquietaba a su futura esposa Isabel, se refleja en las siguientes coplas:

        «Gran problema es en la Corte
        averiguar si el Consorte
        cuando acude al escusado
        mea de pie o mea sentado»

        «Paquito Natillas
        es de pasta flora
        y mea en cuclillas
        como las señoras»

        La alusión a que el rey orinaba sentado se fundamenta en datos reales, pues Francisco de Asís sufría hipospadia, una malformación de la uretra: no tenía el orificio de salida en el glande, sino en el tronco del órgano viril, y ello le impedía orinar de pie.

        Isabel y Francisco de Asís eran primos carnales, porque sus padres, el infante Francisco de Paula de Borbón y el rey Fernando VII, eran hermanos.

        Según criterios políticos y dinásticos, Francisco de Asís pudo contraer matrimonio con su prima hermana, la joven reina Isabel II., porque consiguió el visto bueno de las dos grandes potencias: Francia e Inglaterra. Inglaterra le apoyó cuando vio frustrada su propuesta del príncipe Coburgo.

        FUENTES:

        Haz clic para acceder a pieza_mes_octubre_2011.pdf

        http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_As%C3%ADs_de_Borb%C3%B3n

      • antonio md says :

        Bien Fabián, aunque todavía hay una cosa que completar

        Francisco de Asís no era bien visto por numerosos políticos liberales españoles. Todavía queda por aclarar qué problema de ideología política provocaba la escasa simpatía hacia «Paquito».

  2. Carolina Jiménez 2ºC says :

    Candidatura 3:

    Tras el fracaso con los candidatos preferidos, María Cristina retomó la candidatura del Conde de Trapani, que era un príncipe napolitano y su propio hermano menor.

    El hecho de que fuese tío de Isabel no la hizo ni siquiera parpadear, ya que el hecho de que fuera su hermano podía servir para manejarlo. Por eso no le importó que Trapani fuera -según una descripción de la época- «feo, bajito y flacucho, con expresión de poco inteligente»

    Austria desaprobó la candidatura de Trapani, pero ni Inglaterra ni Francia opusieron ninguna objeción. La corte de Nápoles, fanáticamente absolutista, se había negado durante años a reconocer la ascensión de Isabel al trono, pero ahora se apresuró reconocerla. Trapani, de mala gana, y después de mucho llorar frente a la insistencia de su hermano, de su madre y del embajador francés, dio su consentimiento. Matando dos pájaros de un tiro, se envió una embajada a Madrid reconociendo tardíamente la ascensión de la reina al trono y pidiendo su mano.

    Sin embargo, todo se frustró porque para la gran mayoría de los liberales españoles era un casamiento muy poco conveniente.

    Los españoles odiaban a los napolitanos; ya había demasiados miembros de la familia de María Cristina en el país. Pero lo peor de todo es que se decía que Trapani estaba totalmente dominado por los jesuitas, entonces desterrados de España. Y para colmo de males, era un recalcitrante absolutista. Si se nombraba a un rey absolutisa, ¿de qué había valido la guerra contra apostólicos y carlistas?

    Se sugirió que se hiciera creer que el chico se había escapado del colegio y se dijera que había jurado que no tenía ninguna relación con los Jesuitas. Pero nadie estaba preparado para dar a Trapani una oportunidad. En las Cortes, cuarenta diputados firmaron una moción oponiéndose al matrimonio y la prensa se revolvió insultando. En vista de la creciente hostilidad del público, tuvo que desistirse de su candidatura, y Trapani, aliviado, volvió a los brazos de los jesuitas.

    Fuentes: http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/isabel-ii-tribulaciones-prematrimoniales

    • Antonio says :

      Carolina: he tenido que corregir tu aportación porque la relacionabas con una candidatura errónea. Trapani corresponde al caso 3.

      También he modificado el texto porque no se destacaban claramente las razones del rechazo.

      Sobre las malas aptitudes de Trapani, un liberal exaltado dijo esto: «Ese joven es un necio y un fanático, un joven obsceno, inmoral, imbécil, y un pobre ciego amante del jesuitismo. Acérrimo absolutista, asesinaria con el puñal de los déspotas y de los tiranos la libertad de la Patria».

      Como ves, no se andaban por las ramas.

  3. Juan Martínez says :

    Candidatura 4

    El cuarto candidato fue Carlos Luis de Borbón y Braganza también conocido como el Conde de Montemolín. Era el hijo primogénito de Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII que se había enfrentado a Isabel II por el trono de España en la Primera Guerra Carlista. Para promover la candidatura de su hijo, Carlos María Isidro renunció a sus aspiraciones al trono, mostrando el matrimonio como una reconciliación tras la guerra.

    Por otro lado, el intelectual Jaime Balmes respaldó este enlace desde su periódico «El Pensamiento de la Nación» y ayudando a un amigo suyo a fundar otro periódico, «El Conciliador», que defendería la misma idea.

    No obstante, los liberales mantuvieron una oposición férrea hacia el matrimonio puesto que querían evitar a toda costa la llegada de un representante del carlismo (absolutismo) al poder. Además, los propios carlistas tampoco estaban convencidos puesto que veían la unión como una cesión a los liberales.

    • Antonio says :

      Como pasaba con Trapani, ningún liberal, ni siquiera moderado, podía asimilar que se hubiera hecho la guerra contra el carlismo para acabar teniendo un rey carlista.

  4. Víctor Martín says :

    CANDIDATURA 2.- Leopoldo de Sajonia-Coburgo

    Este candidato fue Leopoldo de Sajonia Coburgo Gotha, sobrino del rey de Bélgica, y además estaba emparentado con la reina Victoria de Inglaterra.

    Era el candidato predilecto de la madre de Isabel, Maria Cristina. También era el candidato de Inglaterra en esta lucha por el reinado de España, por lo tanto tenía el apoyo de esta gran potencia. Espartero, admirador de Inglaterra y exiliado en ella, era otro de sus partidarios. Esto hacía que Ingleterra estuviera muy interesada en hacer que Leopoldo se ganara el amor de Isabel

    La intención de Inglaterra era evitar a toda costa la alianza entre Francia y España, por esa razón habían rechazado al candidato francés que apoyaba Narváez (Enrique de Orleans). Pero en contrapartida, Francia se opuso completamente al candidato «inglés», leopoldo de Sajonia Coburgo. Esta tensión desembocó en una gran discusión en la conferencia de Eu, tras la cuál la propia Inglaterra decidió alejarse del conflicto sacando a Leopoldo de la «competición».

    El resultado de esa conferencia es que Francia e Inglaterra impusieron al único candidato que no importunaba a los dos: Francisco de Asís. Un claro reflejo de que España e Isabel pintaban poco

    María Cristina se llevó un disgusto por el fracaso. Cristina le recomendaba a Isabel que debía tener un marido con cualidades de honestidad, la inteligencia etc, pero le gustaron de Leopoldo sus atributos físicos. Un agente español le había dicho a Maria Cristina que «el príncipe de Coburgo era bello, por no decir bellísimo, robusto, finísimamente educado y con un aire de candor y honradez que encanta». No es de extrañar, por tanto, el disgusto de María Cristina cuando tuvo que renunciar a «semejante hombre»

  5. Pablo Mendez says :

    EL CANDIDATO Nº 1

    Este candidato fue Antonio de Orleans, duque de Montpensier. Era uno de los hijos de Luis Felipe de Orleans, rey de Francia hasta su derrocamiento en la revolución de 1848

    Sin embargo, tras un duelo con otro de los pretendientes Enrique de Borbon, en el que éste ultimo resulto muerto, el francés perdió la ocasion de llegar al trono.

    • antonio md says :

      Bien Pablo. Por fin conocemos el nombre del candidato 1, aunque tengo que aclarar algo.

      Cuando se empezó a buscar marido para Isabel, la opción preferida del Partido Moderado (con Narváez a la cabeza) fue alguno de los hijos del rey francés Luis Felipe de Orleans. Antonio, duque de Montpensier, era uno de ellos.

      Sin embargo, el descarte de Antonio no fue producto de su duelo con Enrique de Borbón, que es un hecho muy posterior. El descarte se debió al veto irrevocable del gobierno inglés.

      Debido a ese veto, Antonio de Orleáns no pudo casarse con Isabel II, pero sí aceptó que se casara con su hermana.

      En 1870 tuvo lugar el duelo con su primo, Enrique de Borbón (hermano progresista de Francisco de Asís). Lo que impidió ese hecho fue que Antonio de Orleans pudiera reclamar el trono vacante de Isabel II después de su expulsión en 1868

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